domingo, 21 de diciembre de 2014

es la vida que me atrapa


Usted no es eso que me falta, 
no es lo que me complementa, 
es mucho más que el todo. 


Es la vida que me atrapa, 
es el beso que me quema 
y se queda para siempre 
entre mi piel 
y su mirada


- Me besó sin pedir permiso y a mi me pareció la gloria. Le devolví el beso con hambre atrasada - 
Benedetti 


domingo, 7 de diciembre de 2014

Mi adagio


Anoche me asomé a la ventana,
a mi verja, este extramuro
donde veo la vida, donde estás tú,
donde solo alcanzo con la punta de mis dedos,
donde apenas acaricio las sombras de todo cuanto ocurre,
de lo que ni siquiera sé…

Anoche sentía que mientras te buscaba,
queriendo sentir tu aroma, tu presencia,
en ese mundo donde nos mostramos tal cual somos,
me percataba que iba cayendo en una especie de abismo,
en una oquedad obscura, sin luciérnagas que me alumbrasen el camino,
sin estrellas que llevaran mis palabras o lunas con mensajes…
no había despensa para dejarles, para buscarles,
para hallarles ni para encontrarte…

Me sentí intrusa,
como quien llega tarde precipitándose a la vida,
como quien corre por el tren antes que éste llegue
pero luego te percatas que ha pasado,
hay un denso humo, los vagones ya no están,
el olor a hollín como de una película de antaño,
como si el film se desdibujara frente a mis ojos,

dejándome sola, en mi adagio…

También en  http://cuadernoderecuerdosdealicia.blogspot.com.es/2013/11/mi-adagio.html
23 de noviembre de 2012

sábado, 29 de noviembre de 2014

ese beso


...
besos que tatúan la piel
hasta dejar el alma prendida,
besos que dejan la vida,
entre siluetas y caricias
...
un beso que roce tus labios,
que me recuerde, que te exija, 
y esa sonrisa que robas
desde mi ilusión dormida
...
ese beso adolescente,
en la noche, a escondidas,
en el claroscuro rincón,
entre el temblor de tus manos 
y las mías. 



miércoles, 26 de noviembre de 2014

En la susurrante seducción, sólo contigo.


Cuando tu reloj y mi tiempo compaginen
cuando tu mirada y mi risa se contagien
en el puzzle de lunas congeladas
en la susurrante seducción
solo contigo.

Cuando mis luces vespertinas te amanezcan
en el bosque de encuentros clandestinos
y las blancas mariposas te sorprendan
en el camino de hermosos laberintos.

Cuando al quizás se le acaben momentos
y el para siempre sustituya los recuerdos
será el instante de desvestir los sentimientos
siendo uno y dos al mismo tiempo.

Cuando tus besos lleguen a mis nubes
llenando lugares sin espacios y sin tiempos
escribiremos a dos manos nuestra historia
haciendo oasis todos los desiertos.

Cuando el destino clame por su invierno
en esta vida de líneas paralelas
será tu magia la dueña de mis horas
en la susurrante seducción
solo contigo.


Com si fóssim els primers en estimar-nos

Com si fóssim els únics enamorats 
Et miro, em mires i ríus. Miquel Abras.





lunes, 24 de noviembre de 2014

Después, no hay después


Después, no hay después... 
porque eres un laberinto en mi reflejo
que me llena, que me espera, que reclama 
entre sentimientos que se tallan 
observando mi alma desnuda 
con el sinsentido de la nada 

Después, no hay después...
porque pensarte duele adentro 
como un puñal, frío, seco 
entre el agobio del silencio 
que va goteando los recuerdos 
con cada instante que te pienso 




sábado, 6 de septiembre de 2014

Yo no lo sé de cierto... Sabines


Yo no lo sé de cierto, pero supongo 
que una mujer y un hombre 
un día se quieren, 
se van quedando solos poco a poco, 
algo en su corazón les dice que están solos, 
solos sobre la tierra se penetran, 
se van matando el uno al otro. 

Todo se hace en silencio. Como 
se hace la luz dentro del ojo. 
El amor une cuerpos. 
En silencio se van llenando el uno al otro. 
Cualquier día despiertan, sobre brazos; 
piensan entonces que lo saben todo. 
Se ven desnudos y lo saben todo. 


(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)



Sabines

martes, 2 de septiembre de 2014

No es que muera de amor... Sabines


No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.



Sabines

sábado, 30 de agosto de 2014

Lástima que sean las cuatro, Benedetti




Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico
Benedetti

Táctica y estrategia , Benedetti



Mi táctica es 
mirarte 
aprender como sos 
quererte como sos 

mi táctica es 
hablarte 
y escucharte 
construir con palabras 
un puente indestructible 

mi táctica es 
quedarme en tu recuerdo 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
pero quedarme en vos 

mi táctica es 
ser franco 
y saber que sos franca 
y que no nos vendamos 
simulacros 
para que entre los dos 
no haya telón 
ni abismos 

mi estrategia es 
en cambio 
más profunda y más 
simple 

mi estrategia es 
que un día cualquiera 
no sé cómo ni sé 
con qué pretexto 
por fin me necesites. 


Benedetti