sábado, 7 de noviembre de 2015

laberinto



Amanece tarde, perezosamente, entre tu recuerdo vivo, con tanto dicho en tan pocas palabras.
Siempre hay algo. Sí. La vida que es como un laberinto donde me pierdo mientras apenas te escucho.
Una espera, una llamada que nunca llega, una explicación "tarde" que se queda. Y sigo estando allí, asomada a la vida que juega a lo lejos, en este frío que arropa la esperanza.
El agobio me atrapa, pasan los días y el laberinto se vuelve ruidoso, tanto que justo olvido esa fecha, esa hora. 
Y vuelve el silencio.
A veces creo que corro tras algo efímero. Si giramos probablemente nadie va a por nosotros. Una carrera sin sentido. Una espera eterna, dolorosa ...en silencio.
Y me percato que la vida son estos momentitos con mis quereres, esos instantes eternos mirando al infinito, una risa compartida, un abrazo sentido, que se guardan en cajitas de colores llenos de purpurina para iluminar nuestras noches y esos días entre clarobscuros, o aquellos donde andamos sonámbulos ante el cielo azul, el sol que nos ciega, o los días nublados que nos abrazan bajo la lluvia fría, calando cada vez más el alma.
Quizás esta arena en la que me he vuelto ya no tiene palabras. 
Escribo algunas letras y así me quedo, con un trocito de corazón roto, mientras se llena de pliegues la esperanza.


"a mi también me llueve tu ausencia" 


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