viernes, 17 de julio de 2015

casi 26 días con 26 horas


Hay días que amanecen distintos, 
un gesto, la voz de un niño, 
el agua de la fuente que fluye como la vida. 
De repente un beso de más y ella se deja llevar, 
como subida a un coche sin frenos,  
pero que va lentamente, permitiéndose disfrutar el paisaje.
De repente vuelve ese pensamiento que ronda los días y las noches, 
la duda, el miedo a quedarse sin palabras, vacía.  
Y decide dar un paso sin esperar respuestas, 
porque la espera es larga, y llena de malezas la esperanza. 
Siente el calor del verano que se pega como un segundo traje 
y apenas deja respirar, 
encuentra una frase linda que le hace esbozar una sonrisa, adentro, en el alma. 
Definitivamente él las tiene secuestradas. 
Casi 26 días con 26 horas y  miles de minutos lentos, densos, 
que arrastran las ganas.
Él más suelto, directo, con frases cortas,  
dejando escapar una palabra bonita. 
Juega con ventaja, 
sabe que ella cual Penélope le sigue esperando.
Permanece cauta, se desliza con cuidado, sin saber qué decir, 
cómo hacerlo sin que se noten sus manos frías, 
su sonrisa temblorosa, 
la lluvia que sale de tan adentro.
Y se queda allí, con sus frases medio hechas, 
descalza, de puntillas asomada a la ventana.


"Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como una ventana llena de sol" Federico García Lorca. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario